Está demostrado que hacer ejercicio físico
contribuye a mantener una buena salud y a prevenir/aliviar ciertas enfermedades,
entre ellas algunos tipos de cáncer.
Aunque aún no se conocen bien los
mecanismos por los que el ejercicio es beneficioso en la lucha contra el cáncer,
hace unos meses se ha visto una conexión con determinadas células del Sistema Inmune
llamadas Células Asesinas Naturales o Células NK.
Recientemente se ha observado que al realizar
EJERCICIO FÍSICO, las células tumorales se “estresan” y muestran en su superficie estas señales que permiten que sean reconocidas y
eliminadas por las células NK de nuestro sistema inmune. De este modo, la práctica regular de ejercicio
contribuye a combatir las células tumorales antes de que crezcan y formen cáncer,
así como eliminar tumores ya formados.