En el ADN de todas nuestras células se
encuentra la información necesaria para el desarrollo y funcionamiento de
nuestro cuerpo. Toda esta información está escrita exactamente con un mismo lenguaje
conocido como “Código
Genético”. El alfabeto de este lenguaje consta
solamente de 4 letras* o nucleótidos (A,
T, C
y G), las cuales se combinan en grupos de 3 para
formar palabras* o codones (AGA,
CCG, TAC…).
Estas palabras o codones se organizan en
cadenas para formar más de 20.000 párrafos*
o genes, cuya información se utiliza
para fabricar Proteínas. Estas
proteínas realizan la mayor parte del trabajo en nuestras células y definen tanto
nuestras características físicas (color de ojos, forma del pelo, altura…) como
nuestro metabolismo
o la probabilidad de padecer una determinada enfermedad entre otras cosas.
Si la información del ADN se copia incorrectamente o se daña, aparecen faltas de ortografía conocidas como variantes o mutaciones. En este
lenguaje la ortografía es muy importante, de tal forma que en ocasiones un solo
cambio en la ortografía de un gen modifica radicalmente el
funcionamiento de la Proteína que origina, produciendo un
cambio en nuestro color de ojos o una enfermedad por ejemplo.