Muchísimas veces nos hemos frotado o presionado cualquier músculo o articulación después de habernos golpeado para sentir cierto alivio… ¿pero a qué se debe esto?.
En nuestro
cuerpo existen Receptores Sensitivos
que informan a nuestro cerebro sobre estímulos mecánicos (Mecanorreceptores), dolorosos (Nociceptores) e incluso variaciones en la temperatura (Termoreceptores).
Cuando nos
damos un golpe en un dedo, los Nociceptores envían esta información a través de la Medula Espinal en dirección al Cerebro
y la persona siente dolor.
Sí
posteriormente nos frotamos o nos presionamos la zona del golpe, los Mecanorreceptores también envían esta información de presión a
través de la medula espinal en dirección al cerebro. En este caso, podríamos
decir que la Medula Espinal da prioridad a enviar al Cerebro la información procedente
de los Mecanorreceptores (presión) que la señal procedente de los Nociceptores
(dolor) con lo que se reduce la sensación de daño.