Los humanos tenemos 46 cromosomas en nuestras células, 44 de estos cromosomas se agrupan formando parejas y se denominan autosómicos. Los 2 restantes determinan el sexo y por ello se conocen como cromosomas sexuales. Dos cromosomas X en el caso de las mujeres y un cromosoma X y un Y en el caso de los varones.
23, de los 46 cromosomas que
posee una persona, provienen de su madre a través del óvulo. Como consecuencia a que los cromosomas
sexuales de las mujeres son XX, los óvulos siempre* tendrán el cromosoma X. Los otros 23 cromosomas, de los 46,
provienen de nuestro padre a través
del espermatozoide. Debido a que los cromosomas sexuales de los
varones son XY, habrá espermatozoides que tengan el cromosoma X y otros que tengan el cromosoma Y. De tal modo que sí es un espermatozoide con
cromosoma X el que fecunda el óvulo, el bebé será una niña (XX) y sí es un
espermatozoide con cromosoma Y el que fecunda el óvulo, el bebé será un niño
(XY).
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