Desde hace unos años, casi todo el mundo ha oído hablar del "colesterol bueno",
del "colesterol
malo" y que es un marcador de riesgo cardiovascular relacionado con
dos de las principales causas de muerte en el mundo occidental , el infarto agudo de miocardio y los accidentes cerebrovasculares. Esto es
debido a que esta sustancia se puede
acumular de forma progresiva en las paredes de las arterias formando las
denominadas Placas de ateroma, las
cuales pueden llegar a obstruir y dificultar la circulación de la sangre a su a
través como se muestra en la siguiente imagen.
Sin embargo, no muchos conocen que es realmente el colesterol. El colesterol
es un lípido "esencial" para la vida ya que es un componente muy
importante de las membranas plasmáticas de las células, es precursor
de la vitamina D, de algunas hormonas y de las sales biliares.
Cierta cantidad de
colesterol proviene de nuestra dieta
, pero la mayor parte se sintetiza en las células del hígado. De hecho, el colesterol
que ingerimos tiene solamente un mínimo efecto sobre nuestro colesterol endógeno,
ya que el hígado lo compensa produciendo menos, y viceversa. Esto mantiene un
nivel estable de colesterol en sangre.
Dado
que el colesterol no puede transportarse disuelto en sangre, debido a su
insolubilidad, lo debe hacer asociado a proteínas formando unas estructuras
denominadas LIPOPROTEÍNAS.
Las lipoproteínas se clasifican en diferentes grupos
según su densidad, a mayor densidad mayor contenido en proteínas. Las más
conocidas son:
·
Lipoproteínas de alta densidad (HDL) transportan el colesterol desde los tejidos del cuerpo al hígado. Se le conoce popularmente como "colesterol
bueno", asociándolo al hecho de que pueden retirar el
colesterol de las paredes arteriales, y transportarlo de vuelta al hígado. Allí, el colesterol se
excreta por medio de la bilis, o es utilizado con otros fines. Cabe destacar
que los hombres suelen tener un nivel notablemente inferior de HDL que las
mujeres.
·
Lipoproteínas
de baja densidad (LDL) transportan el
colesterol desde el hígado hacia otros tejidos, incluyendo las paredes
vasculares donde pueden producir las Placas de Ateroma. Y es por esto, por lo
que se le conoce popularmente como "colesterol malo"
. Sin embargo, este término no es muy correcto ya que en situaciones normales,
cumple un papel fisiológico vital y conlleva al error de creer que no son beneficiosas para la salud (LDL).
Un idea importante, es que muchas personas tienen colesterol alto y no
es debido exclusivamente a su dieta, sino a un trastorno hereditario muy
frecuente (en España, unas 100.000 personas lo
presentan) denominado Hipercolesterolemia Familiar.
En esta "enfermedad" los receptores
del colesterol-LDL, que son los
encargados de eliminar el colesterol de la sangre, están defectuosos, y por
tanto el colesterol-LDL aumenta considerablemente en la sangre, favoreciendo su
depósito en las arterias y el desarrollo de la ateroesclerosis.
Estos pacientes pueden presentar niveles de colesterol
desde dos a cinco veces superiores a los niveles habituales y desarrollan
enfermedad coronaria alrededor de los 45 años o previa a los 30 años
respectivamente.
Algunos estudios han demostrado que valores por debajo
del normal de colesterol HDL y valores por encima del normal de colesterol LDL están
asociados con un mayor RIESGO de padecer infartos, y a la inversa, valores por
encima del normal del colesterol HDL y valores por debajo del normal de
colesterol LDL estan asociados con un RIESGO menor.
Sin
embargo, otros estudios están en desacuerdo y afirman que el único valor que
debe tenerse como indicador de riesgo de enfermedades coronarias es el de un elevado "colesterol
total" junto con la de otros factores de riesgos propios de la vida
del paciente en cuestión (tabaquismo, obesidad, sedentarismo, diabetes, altos
niveles de estrés, etc.)
La concentración de colesterol en el plasma sanguíneo de
individuos sanos es de 120 a 200 mg/dL.). Cuando esta concentración aumenta se
habla de HIPERCOLESTEROLEMIA.