La grasa se almacena como tejido adiposo en casi todas las zonas del cuerpo. Una
pequeña cantidad de grasa se deposita en los músculos ( se conoce como grasa
intramuscular), pero la mayor parte se almacena alrededor de los órganos y bajo
la piel. La cantidad que suele almacenarse en cada una de las diferentes partes
del organismo depende de la constitución
genética y el equilibrio hormonal
de cada individuo. Es interesantes saber que las personas en las que la grasa
se suele acumularse principalmente en al abdomen ( la clásica figura de barriga
abultada) tienen un riesgo más alto de padecer enfermedades cardíacas que
aquellas en la que la grasa tiende a
localizarse alrededor de las caderas y los muslo ( la clásica figura en forma
de pera).
Desafortunadamente
es muy poco lo que uno puede hacer para
modificar la manera en que el organismo distribuye la grasa. Pero si se
puede cambiar categóricamente la cantidad de grasa que se almacena en una zona
determinada con el ejercicio.
Probablemente
descubriremos que nuestra figura básica es muy parecida a la de uno de nuestros
padres , o a la de ambos. Por lo general, los varones se parecen a su padre y las mujeres a su madre. Las hormonas femeninas tienden a favorecer el
almacenamiento de grasa alrededor de las caderas y los muslo, mientras que las
hormonas masculinas fomentan que la grasa se almacenen en el torso y el
abdomen. Esta es la razón por la que
comúnmente las mujeres tienen “figura de pera” , y los varones, “figura de
manzana”.
La guía completa de nutrición del deportista. Anita Bean
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